En este artículo os voy a contar mi vivencia y sensaciones antes de entrar a quirófano, ya que no solo se puede escribir de noticias y política que tanto aburre.
Me realizaron varias resonancias que indicaban que la espalda la tenía bastante afectada. El Dr. Carlos Buchelli me aconsejó hacerme una intervención. Tras varias citas con él aguantando mis dudas y mis preguntas absurdas, llego el día y me encontré en la sala de espera con una sensación extraña. Quería hacerlo, pero no paraba de pensar y si sale mal…
Me llamaron. Entre a una sala en la que me cambié de ropa y, esperando a que me vinieran a buscar, volvían mis miedos. Se me hacia interminable, estaba nervioso. La que tenían allí montada: 4 o 5 personas en la sala y el Dr. no estaba porque estaba atendiendo a otra paciente. Pase a quirófano, me tumbé, y esperando a que me intervinieran me comentaron que el Dr. Buchelli, mi doctor habitual, no había podido venir pero que me haría todo el jefe de equipo el Dr. Severiano Cortes.
Cuando apareció y me dijo: “Raúl, ¿cómo estás? Tranquilo que no vas a notar nada.» La verdad, las palabras fueron lo de menos, ya que me habían avisado que al dormirme no me dolería. Lo que me hizo relajarme fue una pequeña caricia en el brazo. Se agachó a la altura de la camilla y con la mirada que me hizo me dijo lo mismo que decían sus palabras. Fue entonces cuando supe que estaba en buenas manos.
Aunque pueda parecer mentira, me transmitió mucho con esa mirada, sobre todo humildad y cariño. Para mí, la humildad es calidad de persona, no poder adquisitivo.
Empecé a notar un frío raro en la mano, después en el brazo y a lo que se acercaba al hombro supe que ya no había marcha atrás, pero estaba más seguro que en ningún momento. Cerré los ojos consciente de que sino se me cerrarían solos.
Este articulo va para concienciar a la gente lo importante que son los médicos, la presión a la que muchas veces se ven sometidos, y en este caso, a la precisión que tienen que tener para hacer las cosas bien. No se pueden permitir tirar el balón fuera.
La intervención fue el 23/11/2020 en Quirón parque (María Renovales), y no tengo más que palabras de agradecimiento, en especial por el trato recibido desde la primera visita hasta la intervención final.
Fdo: Raúl Moradell.