Hoy vamos a preparar una receta de origen griego, con ingredientes muy sencillos, y de fácil elaboración.
Es un pastel que engancha, por su textura crujiente y su interior tan cremoso.
También es conocida con Galatopita, tarta flor o pastel de leche.
¿Vamos al lío?
INGREDIENTES:
250 gr masa filo
150 gr de mantequilla
3 huevos L
Piel de 1 limón
1 cucharadita de canela
400 ml de leche
150 gr de azúcar blanca
- Derretimos la mantequilla y con la ayuda de un pincel pintamos cada hoja. Iremos doblando de forma irregular e iremos enrollándola de fuera hacia adentro en un molde engrasado de unos 22 cm.
- Horneamos a 180º durante 10 minutos.
- Mientras tanto, ponemos en el fuego la leche junto con la piel del limón, la canela y el azúcar. Cuando empiece a hervir retiramos y añadimos poco a poco los huevos previamente batidos.
- Sacamos del horno y vertemos la mezcla anterior, asegurándonos de cubrir todos los huecos.
- Volvemos a llevar al horno, esta vez con calor abajo durante 20 minutos más o hasta que la crema haya cuajado.
- Una vez haya enfriado desmoldamos y espolvoreamos con azúcar glass.
Podemos guardarla en frío durante unos 3 días, aunque perderá su textura crujiente, por eso es recomendable consumirla el mismo día. No será muy difícil, ya que una vez que la pruebes… ¡será imposible parar!
También podemos rellenarla de crema pastelera, y si nos la comemos recién horneada acompañarla de una bolita de helado.
¡Ahora, solamente queda disfrutar!